Cuando diga que sí, diré que no.






  El aire ha dejado oler a aire.
Huele a… huele como… como a risa descomunal y sueño feliz con una pizca de brisa marina y otras especias, una receta de cocina del universo.  Varía según haga sol o te mueras de frío y se intensifica si le añades algo de Never Shout Never o ves El arte de pasar de todo.
Al olerlo puedo sentir en las venas a esa gente que es tan feliz en este momento, como si pudiera verles.  Es un “algo” que me encanta. Igual que cuando te comes un bizcocho de chocolate y es lo más bueno que has probado en tu vida.
Está cargado de endorfinas y provoca la sensación utópica que todos buscamos y que es lo único por lo que vale la pena hacer todo lo que hacemos, por lo que no nos quedamos parados de pie desde que nacemos, por lo que todo cobra sentido, por lo que tenemos deseos, ideas y proyectos. Una respiración, los primeros pasos y las primeras palabras, las cosquillas, un beso, las ganas de correr repentinas, una locura, un accidente, la muerte… todo.
Por lo único que vivimos eso a lo que llamamos “vida” y por lo que no queremos dejarla pasar tan fácilmente.

Etérea materia discontinua.






Síyo creo eello.

En eso en lo que la gente no llega a fijarse si quiera. 
En las coincidencias.
En esas cosas que tienen siempre algo en su contra, algo que demostrar, algo escondido y posible (ya que no existe nada al contrario) pero poco creíble porque no están acostumbrados.
Ya sabes... esas cosas, no sé, cosas simples, como si existe el amor, el destino, los métodos milagrosos de adelgazamiento o que lo que sueñas nunca se cumple.

Creo que la gente que no cree nunca piensa en todo lo que podría ser y todas las infinitas posibilidades del enorme universo, que cree en algún Dios de alguna religión y que se ciega porque Él manda que así sea o que aun no se ha tomado el café con el que es persona por las mañanas.

Y creo también que se confirmará que de alguna, de ese montón de cosas en las que creo, no existe. 
Pero hasta entonces, puedo decir que creo contundentemente en creer, en no creer y en que mi pelo SÍ es rubio.




White Rabbit





Tiene que ser difícil atrapar un conejo blanco, se asustan con tanta facilidad que no te da tiempo ni a seguirles la pista una vez que salen corriendo.

Nunca he visto uno salvaje, en su hábitat, supongo que se ven correteando como niños pequeños (torpes siempre al andar) y de lejos como motitas blancas, como bolitas de nieve. Vivo en un sitio en el que no nieva, así que no mencionaré que se confunden con esta.

Me encantaría probarlo. Me hace ilusión la idea de ir corriendo por un bosque buscando la madriguera, eso sí, no miraría nunca dentro de ella, no quiero caerme como Alicia.

Es posible que si lo atrapo sienta que he llegado a una de las grandes metas de mi vida, a lo mejor solo necesito eso, atrapar un bonito conejo blanco y devolverlo a su madriguera. Aunque a lo mejor habla, me asusto y salgo corriendo.

Bueno… vamos a dejarlo, que ya empiezo a desvariar.

Y así fue. Un poco de esto, un poco de aquello... un poco de todo.




La verdad es qué no me entiendo muy bien… aunque a ti tampoco.

Primero dijiste que era imposible que no me gustara nadie y que a ti, te gustaban todas.  Luego fue que yo te gustaba, a mí me encantó claro, pero poco después pensé que, si yo era simplemente unas de esas cuantas que te gustaban, no sería especial. Pero sin tardar mucho, me dijiste que me querías, yo te correspondí, en realidad no sabía muy bien si era así, pero lo hice porque me encantaba estar a tu lado cuando tú me lo decías. Al cabo de un rato y con intenciones de dormir en un descapotable a media noche, en verano y por el campo, cogidos de la mano, en ese momento, me di cuenta de que te quería muchísimo y a la vez, de que te perdía. 

Me pasaba cada hora del día pensando que ya no me querías, que te escapabas de mis manos, que había sido todo muy fugaz, pero con cada susurro o beso tuyos todo eso de repente desaparecía, hacías magia.

Y yo sabía que querías hacerlo, pero no creía que fueras capaz. Aunque así fue, como si del chasquido de un mago hubiera salido un sortilegio, tú te fuiste y ahora estoy confusa, no sé nada de nada. 



Te fuiste y no supe que fue lo que había pasado.


                                                                                           Pure magic.



Made of them.


Pasear por la playa, con unas preciosas sandalias en la mano, pelo suelto, arubiandose con el sol tenue y un espectacular olor a brisa marina que lo alborota. 



Las sonrisas vuelan, las miradas se posan y en un arrebato de complicidad el pequeño grupo de amigos explota en una carcajada. Alguna teme que alguno tenga el valor de tirarla al agua con ropa, pero el que tenga el valor irá con ella al fondo submarino. No hace falta describirlos, todos sabemos como son. Tienen bastante ambición aunque son modestos, no se dan cuenta de lo quieren, son felices hasta cierto punto que les encanta, son maduros pero unos críos a la vez, aún viven en nunca jamás, saben controlar las cosas como si del mundo en las manos de un dios se tratase, encuentran lo mas especial en algo insignificante y a pesar de sentirse afortunados y orgullosos… Bah! No les importa. 

                                              STRONG HAPPINESS                                      

Sin más.

Blooregart Q. Kazoo
No hace ni dos años que nos conocimos y no me cuesta recordarlo. Es injusto ya que deberíamos haber perdido la noción del tiempo que llevamos juntas.
En todo este tiempo hemos pasado: exámenes, agobios porque tu madre odia los sietes, risas, llantos, ninguna pelea porque tu horrible defecto es qué no sabes enfadarte, muchos gritos, la primera parte de la séptima película del mago más increíble jamás visto y del que no queremos que termine la historia, muchas entradas de blog, muchas muchas MUCHAS fotos, muchos amigos, momentos en la playa, en la piscina, de rebajas, en los probadores armándola parda, haciendo de poni, muriéndonos de calor y de frio… no hay suficiente espacio en el mundo para decirlo todo en realidad.
Eso me gusta, porque en menos de dos años hemos experimentado cosas irrepetibles que no volverán a ocurrir, muchísimas cosas que me hacen pensar siempre “¡¿Cómo cojones pueden pasar tantas cosas en tan poco tiempo?! WTF?!”
 También me parece increíble como MIERDA AVINAGRADA puede una sentir tanto amor por alguien, porque de verdad te quiero, te quiero muchísimo, y me pareces una persona jodidamente increíble con la que tengo millones de cosas en común y de la que siempre pienso: “Qué envidia deben tener los que no la conocen, en serio, no saben lo que se pierden”. Porque me siento infinitamente afortunada de haberte conocido, de ser amiga tuya y de tener la esperanza de que, aunque sea a través de un charco, vamos a seguir manteniendo un poquito de todo este amor. Porque no hay cosa que no quiera compartir contigo ni vez que YO- Luna Genoveva García Marín- no vaya querer ayudarte, consolarte, hacerte compañía, no juzgarte por cualquier cosa o escucharte. 
Porque yo voy a estar a tu lado sea donde sea, incluso cuando allí estés llorando, te diré “¿A quién hay que pegar?”; Porque tus primeros pitillo se te rompieron igual a los míos; por nuestra casi infinita gratitud y lo que sobra de desprecio a J.K. Rowling (que ha hecho la mejor saga de fantasía y provocando que millones de personas sigan esperando su carta de Hogwarts porque se niegan a ser simples muggles, pero que también ha aprovechado para sacar su vena psicópata, matando a todo el mundo y que también ha decidido terminar la saga y no hacerla eterna, porque ¿quién leches quiere que termine?) y muchísimas más cosas que de verdad me hacen creer en el destino. 
Porque desde luego tú y yo estábamos destinadas a encontrarnos, lo demás… vino solo, el destino no tuvo que hacer nada más.
Ocurrió sin más y fue mágico.

















 




                                                           












Sal de tus esquemas.

 
 


Tenemos que tirarnos de un tren en marcha sin hacernos un solo rasguño. Tirarnos al mar desde un acantilado y creer que caemos al vacio. Saltar las olas el día de San Juan, pedir un deseo completamente incomprensible y aun así confiar, ingenuamente, en que se puede cumplir. Emborracharnos como cubas, dejarnos las piernas echas mierda y no acordarnos del por qué. Ir a una fiesta de alguien que no conocemos por nuestra cara bonita. Encender una hoguera en la que todo lo horrible se pueda desvanecer. Acabemos con la contaminación, el efecto invernadero, la guerra, el hambre en el mundo, con la crisis y los políticos.
Bebámonos una botella de whisky entera sin sentir porque es un juego. Hagamos que las estrellas, que son “te quieros”, brillen siempre en todos sitios como las que más y que nos hagan parecer increíblemente insignificantes. Vámonos de aventurer@s por un país con mucha vegetación y encontremos un tesoro maldito. Pasémonos un día entero comiendo chocolate. Tirémonos a la piscina son ropa y absolutamente sin ninguna.
Completemos nuestra lista de cosas por hacer, deseos, errores horribles, momentos que querríamos que estuvieran en una película sobre nosotros que jamás se hará…
Hagamos todo lo que podamos hacer para que este estado temporal, de cura inmediata cuando llega el final, sea lo más vivo incluso cuando ya no lo estemos, porque ahora es lo más importante.





Decidí tirar el reloj por la ventana y hacer que el tiempo volara.



Espere un rato, dos, tres… muchos. En realidad no me acuerdo exactamente cuántos ratos espere hasta que mi pierna decidió comunicarme sus ganas de correr. Salí a la calle, bonito día, todo se veía verde.
Olía como tú, me recordaba mucho a ti, sonreí.
Me acosté en la hierba, estaba mojada y mi pelo, sudadera y pantalones acabarían de la misma forma. Me daba igual, sinceramente, me iba a costar calentarme el culo, pero me daba igual. Miré al cielo, no había nubes, el cielo era una. Sentí que en cualquier momento saldría un león y se comería todas esas masas esponjosas. Me imagine en la playa. La arena helada y el viento fuerte. Preferí volver donde parecías haberte esmerado muy cuidadosamente en dejar cada detalle de ti. No sabía bien que era lo que almacenaban las mariposas de mi estomago, pero sé que solo lo hacían por ti y que no lo hacían desde hacía mucho tiempo. 


Never grow up. Stay forever young.

Because growing older doesn't mean grow up.

Soñé contigo.

 Me miraste con la mirada que me derrite, me sonreíste de aquella manera peculiar, me perdiste, buscaste y encontraste.
Me hablaste de tu vida y escuchaste la mía hasta caer rendido. Me sonrojaste, me abrazaste, me besaste… pero solo en la mejilla.
Me gustaste, encantaste, hechizaste, encandilaste y enamoraste.
Me soñaste y yo a ti también.
Esa noche soñé contigo.

Leave it all for me.



 I'd like to make myself believe...
 I'd like to make myself believe impossible things to believe. 
I'd like to make myself belive I can touch the sky.
Because I'm flying.
Dreaming, laughing, listening, living, loving, smiling, sleeping.
I'd like to make myself believe I'm the person I want to be.
I'd like to make myself believe this isn't real.
I'd like to make myself believe in love.
I'd like to make myself believe I love you.
I'd like to make my self believe in you. 
I'd like like to make myself believe I'm dreming. 
But all of that is real.
 

I wanna feel I'm in Neverland and that will be forever.
 

No soy yo, eres tú, my darling.




Sé que podría buscar el mejor de los libros y leérmelo para evitarte.
Por el contrario, también sé que, al llegar a la última página, el problema volvería.
Además, sé que no puedo esconderme eternamente detrás de mi silueta y que si salgo no será tan malo. No sé esperar lo que no he esperado.
Y porque, desde nunca, he podido encontrar la fuerza que se necesita para tener dos dedos de frente y comerme un problema. Y porque si te tengo, me pierdo en un mar demasiado turbio hasta como para perderse en el.
Ya sea premeditado o solo un impulso. Ya sea desearte o amarte. Ya sea tenerte o todo lo contrario.
Es simplemente un gesto, una mirada, el pestañear de una bonita chica o la aceleración de un corazón.
Y es encontrarte y encontrarme, demasiado trabajo. Soy demasiado vaga para eso. Así que lo siento, hazte tu propio laberinto del que puedas salir en menos de un minuto. Yo he salido del mío.
Ahora yo estoy y tú no.
Por eso sé, ahora que, no eres tú mi problema, si no de otro.