Y así fue. Un poco de esto, un poco de aquello... un poco de todo.




La verdad es qué no me entiendo muy bien… aunque a ti tampoco.

Primero dijiste que era imposible que no me gustara nadie y que a ti, te gustaban todas.  Luego fue que yo te gustaba, a mí me encantó claro, pero poco después pensé que, si yo era simplemente unas de esas cuantas que te gustaban, no sería especial. Pero sin tardar mucho, me dijiste que me querías, yo te correspondí, en realidad no sabía muy bien si era así, pero lo hice porque me encantaba estar a tu lado cuando tú me lo decías. Al cabo de un rato y con intenciones de dormir en un descapotable a media noche, en verano y por el campo, cogidos de la mano, en ese momento, me di cuenta de que te quería muchísimo y a la vez, de que te perdía. 

Me pasaba cada hora del día pensando que ya no me querías, que te escapabas de mis manos, que había sido todo muy fugaz, pero con cada susurro o beso tuyos todo eso de repente desaparecía, hacías magia.

Y yo sabía que querías hacerlo, pero no creía que fueras capaz. Aunque así fue, como si del chasquido de un mago hubiera salido un sortilegio, tú te fuiste y ahora estoy confusa, no sé nada de nada. 



Te fuiste y no supe que fue lo que había pasado.


                                                                                           Pure magic.



No hay comentarios:

Publicar un comentario