Noche en Halloweentown.


¡Halloween!
Uno noche fría y sombría, no apta para profesores antisociales y viejos amargados, nuestra fiesta macabra nos da la libertad de ser malos sin que nadie nos eche la culpa.
Esa noche es única, el 31 de octubre ¡Es nuestra noche!
Esa noche somos capaces de volar y bailar entre calabazas, dulces, gritos y carcajadas, atravesando el portal entre mundos hacia Halloweentown con Jack Skellington y Sally.
Fantasmas, vampiros, caperucitas que dijeron al lobo el mejor camino para comerse a su abuelita, sustos, miedo y más miedo.
Pero… sin miedo, no hay emoción.
¿no creéis?

Una imagen vale mas que mil palabras.

Sé tú mismo. La gran contradicción, ¿cómo se puede ser uno mismo si te mandan que lo seas? Debe salir de ti.
Ser tu mismo es expresarte tal como eres. No tienes que cambiar tu forma de ser para impresionar a nadie, si no le gusta, no se merece ¡ni tu presencia! Tu eres tú por encima de todo y nadie lo cambiará.
¡Exprésalo!
¡Suéltalo!
Llora, ríe, ama, enfádate, vuélvete loco y vomita si quieres, pero no dejes que nadie te cambie porque, ser tu mismo, es tu valor más importante.

Personalidad.


La mayoría de la gente, lo que quiere es ser igual a los demás ¡con todas sus ganas!
Ser único, inusual, especial, raro, ¡cómo quieras llamarlo! Es lo más verdadero que existe. Yo odio que me digan que soy igual a alguien. Antes que guapa ó preciosa, prefiero especial ó única.
Si todos fuéramos normales, seriamos grises, iguales unos a otros; forma igual a la tuya, cara igual a la mía, incluso los pensamientos serian igual.
No tendríamos nada que compartir porque ya lo tendríamos todo, viviríamos aislados, lo sabríamos todo de todo el mundo. Estaríamos presentes en cada pensamiento, sueño, sentimiento ó intuición.
Daria lo mismo porque seriamos siempre iguales, todo seria neutro. Si viviéramos en un mundo así seriamos unos sosos. Nos faltaría un poco de sal, color y personalidad.
Personalidad para poder crearnos a nosotros mismos dejar nuestra igualdad a un lado.

Mi laboratorio.

">

Mi laboratorio.


Mi laboratorio.
No puedo esperar que porque mi vida se pare, la de los demás se pare conmigo.
No puedo hacer que el mundo deje de girar, pero si puedo hacer que mi propio globo terráqueo se pare un momento.
Crear mi propia atmosfera no me lleva mucho tiempo. Es fácil, consiste en crear… ese sitio en el que siempre quiero estar, ese santuario personal en el que puedo refugiarme de cualquier tormenta, batalla o huracán.
Da igual si esta hecho de papel, de acero o de agua. Da igual si está abarrotado de cosas o si esta vacio.
Da exactamente igual como lo quiero o que es lo que quiera hacer dentro. Ese lugar es la barrera más potente que existe. Nadie, ni nada puede hacer daño allí.
Cada persona tiene su propio laboratorio, todos son tan distintos, que jamás se podría encontrar ni una sola semejanza entre ellos.
¿Cuál es el tuyo?
">
Adoro el poder tocar el sonido del olor al que saben tus suspiros...

¿Y mi libro?


Estoy perdida, no encuentro mi libro. No encuentro nada que me atrape, nada que me obsesione y eso no me gusta.
Es A-BU-RRI-DO.
Hasta hace muy poco, me he obsesionado con casi cualquier cosa que pudiera fascinarme y me decía a mi misma que no lo hiciera más, porque la sensación de quiero y no puedo llega a ser dañina para mí.
Pero, me estoy dando cuenta de lo mucho que necesito una obsesión, de lo mucho que exijo algo por lo que volverme loca.
Mi obsesión es mi marca, una manera de identificarme, lo que me produce adrenalina, es mi libro.
Si no tengo eso… ¿Cómo puedo seguir creyendo y afirmando que mi corazón late?

Peculiaridades de luna 1


Soy una niña y una de mis muchas peculiaridades es mi manera de observar y fijarme en las cosas. Soy una niña muy curiosa, lo que hace que sienta que fijarme tanto sea obligatorio y a mí eso me gusta.
Yo lo necesito para vivir, al igual que uno de mis ídolos necesita un aplauso para que su corazón lata.
Me gusta fijarme en los ojos de la gente a cada minuto del día, porque observo los míos y veo que cuando estoy feliz mis ojos brillan, cambian a otro color diferente del que estaban antes y la mirada es cándida, grácil y se nota mi felicidad en ellos. Pero cuando estoy enfada mis ojos se tornan marrones intensos y espesos, pierden su brillo y la mirada es nerviosa, intranquila y se llena de odio.
Mis ojos se expresan tanto como yo y me gusta saber qué es lo que dicen porque eso es lo que enseño a la gente de mi interior y es como si enseñara el alma, debo sentir antes, si esa es una persona a la que le pueda mostrar mía alma.
Porque solo yo puedo destapar mis peculiaridades, mi interior y mi alma.

No quiero crecer.


No quiero crecer.
¿Por qué es obligatorio?
Quiero ser una niña, ser libre y joven, como el agua.
Es embarazoso, pero sí, tengo miedo, tengo miedo de crecer.
Cuando no se ha abierto ese portal, que debes pasar para dar un paso más en tu vida, piensas: 
¡WOW! sería fantástico ser mayor, y tú quieres, quieres crecer.
Pero… en ese momento, en el que la oportunidad se presenta, solo hay dos opciones: sí ó no.
Cuando dices sí, ya estás preparada, lista y es muy fácil, no tienes más que atravesar el portal.
Decir no, es mucho más difícil, tienes miedo de lo que te espera, tienes miedo de lo que tienes delante y tienes miedo de ti misma.
En ese momento, el malestar recorre todo tu cuerpo y solo queda inseguridad y miedo dentro de un pequeño cuerpecito destrozado por la confusión, apartado en un rincón, llorando, porque no sabes lo que te pasa, no sabes lo que quieres para tu futuro y tampoco quieres saberlo todavía, no estás preparada…Y todo esto, por la simple razón de que no quieres crecer.
¿Cuál es el problema?
Simplemente, no quiero crecer.