Tiene que ser difícil atrapar un conejo blanco, se asustan
con tanta facilidad que no te da tiempo ni a seguirles la pista una vez que
salen corriendo.
Nunca he visto uno salvaje, en su hábitat, supongo que se
ven correteando como niños pequeños (torpes siempre al andar) y de lejos como
motitas blancas, como bolitas de nieve. Vivo en un sitio en el que no nieva,
así que no mencionaré que se confunden con esta.
Me encantaría probarlo. Me hace ilusión la idea de ir
corriendo por un bosque buscando la madriguera, eso sí, no miraría nunca dentro
de ella, no quiero caerme como Alicia.
Es posible que si lo atrapo sienta que he llegado a una de
las grandes metas de mi vida, a lo mejor solo necesito eso, atrapar un bonito
conejo blanco y devolverlo a su madriguera. Aunque a lo mejor habla, me asusto
y salgo corriendo.
Bueno… vamos a dejarlo, que ya empiezo a desvariar.