Sal de tus esquemas.

 
 


Tenemos que tirarnos de un tren en marcha sin hacernos un solo rasguño. Tirarnos al mar desde un acantilado y creer que caemos al vacio. Saltar las olas el día de San Juan, pedir un deseo completamente incomprensible y aun así confiar, ingenuamente, en que se puede cumplir. Emborracharnos como cubas, dejarnos las piernas echas mierda y no acordarnos del por qué. Ir a una fiesta de alguien que no conocemos por nuestra cara bonita. Encender una hoguera en la que todo lo horrible se pueda desvanecer. Acabemos con la contaminación, el efecto invernadero, la guerra, el hambre en el mundo, con la crisis y los políticos.
Bebámonos una botella de whisky entera sin sentir porque es un juego. Hagamos que las estrellas, que son “te quieros”, brillen siempre en todos sitios como las que más y que nos hagan parecer increíblemente insignificantes. Vámonos de aventurer@s por un país con mucha vegetación y encontremos un tesoro maldito. Pasémonos un día entero comiendo chocolate. Tirémonos a la piscina son ropa y absolutamente sin ninguna.
Completemos nuestra lista de cosas por hacer, deseos, errores horribles, momentos que querríamos que estuvieran en una película sobre nosotros que jamás se hará…
Hagamos todo lo que podamos hacer para que este estado temporal, de cura inmediata cuando llega el final, sea lo más vivo incluso cuando ya no lo estemos, porque ahora es lo más importante.





Decidí tirar el reloj por la ventana y hacer que el tiempo volara.



Espere un rato, dos, tres… muchos. En realidad no me acuerdo exactamente cuántos ratos espere hasta que mi pierna decidió comunicarme sus ganas de correr. Salí a la calle, bonito día, todo se veía verde.
Olía como tú, me recordaba mucho a ti, sonreí.
Me acosté en la hierba, estaba mojada y mi pelo, sudadera y pantalones acabarían de la misma forma. Me daba igual, sinceramente, me iba a costar calentarme el culo, pero me daba igual. Miré al cielo, no había nubes, el cielo era una. Sentí que en cualquier momento saldría un león y se comería todas esas masas esponjosas. Me imagine en la playa. La arena helada y el viento fuerte. Preferí volver donde parecías haberte esmerado muy cuidadosamente en dejar cada detalle de ti. No sabía bien que era lo que almacenaban las mariposas de mi estomago, pero sé que solo lo hacían por ti y que no lo hacían desde hacía mucho tiempo. 


Never grow up. Stay forever young.

Because growing older doesn't mean grow up.

Soñé contigo.

 Me miraste con la mirada que me derrite, me sonreíste de aquella manera peculiar, me perdiste, buscaste y encontraste.
Me hablaste de tu vida y escuchaste la mía hasta caer rendido. Me sonrojaste, me abrazaste, me besaste… pero solo en la mejilla.
Me gustaste, encantaste, hechizaste, encandilaste y enamoraste.
Me soñaste y yo a ti también.
Esa noche soñé contigo.