La verdad es qué no me entiendo muy bien… aunque a ti tampoco.

Me pasaba cada hora del día pensando que ya no me querías, que te escapabas de mis manos, que había sido todo muy fugaz, pero con cada susurro o beso tuyos todo eso de repente desaparecía, hacías magia.
Y yo sabía que querías hacerlo, pero no creía que fueras capaz. Aunque así fue, como si del chasquido de un mago hubiera salido un sortilegio, tú te fuiste y ahora estoy confusa, no sé nada de nada.
Te fuiste y no supe que fue lo que había pasado.
Pure magic.